sábado, 21 de febrero de 2009

El señor y la palomas

Su apariencia andrajosa y su mirada extraviada lo convertían en una parte más del paisaje que, entre privatizaciones vergonzosas y despidos masivos, nos acostumbramos a ver por Buenos Aires. No hubiera reparado en su piel oscura y sus ojos indios, sino por la bandada de palomas que lo rodearon de pronto.
Les murmuraba palabras que se perdían entre los motores y las bocinas apuradas y mientras tanto se paraba, rengueando, y desparramaba su pan. Ellas, alborotadas, hacían rebatir las alas, como aplaudiendo tanta generosidad y él les devolvía sonrisas desdentadas, gestos sin armonía, frases mudas.
La tristeza se le derramaba por los pliegues hondos de la frente, por la flacura de los dedos y la mirada ausente.
Cómo habiendo tanta gente podía estar tan intensamente solo, abandonado por el mundo, olvidado hasta por él mismo.
No dejaba de mirarlo, aunque él nunca me devolvió un gesto. Me preguntaba cuándo pasó, cuándo dejó de ser uno de nosotros para habitar esa otra realidad que, tal vez por temor, preferimos ignorar.
Recordé que estaba ahí haciendo tiempo para llegar a otro lugar y ya era hora de partir. Entonces tuve una sensación extraña, mis pupilas temblaron y la angustia se hizo casi palpable.
Lo volví a mirar, como queriendo despedirme y lo vi sonreírme ampliamente. Parecía preguntarme, casi con ternura, “por qué si yo estoy contento, usted está tan triste…”

5 comentarios:

  1. muy bueno
    pronto voy a pedir permiso pa publicarlo..
    muy bueno de verdad

    sin duda una lección..

    ResponderEliminar
  2. tristemente conmovedor! UN BAJON NENA... no quero mas realidad... quiero accion violenta en la casa de Pepe y Moni.!!!
    fuera de eso, muy bueno el articulo.

    ResponderEliminar
  3. Muy bueno, mira que yo no soy de comentar en ningun lado, pero de verdad que me conmovio. Te felicito.

    ResponderEliminar
  4. Como nos angustia y entristece ver al otro, a lo diferente, a lo excluido; sobre todo porque cualquiera de nosotros podría estar alguna vez en ese lugar. Así es que la mayoría prefiere no verlo.
    Vanina

    ResponderEliminar
  5. me quedo con la ultima frase...
    es para reflexionar sobre varias cosas...
    me gusto mucho

    ResponderEliminar