domingo, 15 de febrero de 2009

Vacaciones II

Advertencia al lector: en un exceso de susceptibilidad (posiblemente pre-menstrual) y un indudable mejor humor, segura consecuencia del lavaje interno producido por el aislamiento, me arriesgo a publicar algo que probablemente roce lo romántico y, temiblemente, lo cursi. Tomo el riesgo y les dejo esta poesía:

Qué propósito tiene definirse,
torturarse con retórica vacía,
descubrir en frases hechas las verdades
o regirse por ignotas profecías,
practicar introspecciones dolorosas,
relativas a parámetros ajenos
y en tardes tormentosas repudiarse
no haber hecho lo que otros previnieron.
Si otros fueron los inviernos y las ganas,
diferentes los caminos elegidos,
es aún igual de fuerte y arraigada
la certeza de los sueños perseguidos.
Es aún la libertad el fundamento,
la primera razón de cada cosa,
de los dichos colmados de cinismo,
de la frase más pensada y más hermosa.
Y aunque el tiempo reste instinto y sume tacto
y los actos sean menos compulsivos,
sigue siendo la pasión un argumento
que nos hace cada día estar más vivos.

De todos modos, es factible que esta inclinación optimista dure poco más que un suspiro. Ya queda poco de ocio y hedonismo. Seguramente el contraste inmediatamente posterior al regreso producirá un hastío vomitivo, una neurosis más intensa que la pre vacacional, que renueve la intensa necesidad de devolver en palabras, la mierda que debemos tragarnos cada día.

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