viernes, 23 de enero de 2009

Son todos iguales(?)

Hoy escuché a una ex gordita, petiza y morochona quejándose en un pasillo del edificio donde trabajo porque había llegado tarde gracias al mal funcionamiento del subte: “Lo que pasa es que hacemos las cosas como los negros”, sentenciaba desde su evidente complejo de inferioridad disfrazado de arrogancia.
Hace unos días, una señora que también trabaja en el Estado apareció en el baño, con su pelo amarillo y sus raíces de tres centímetros, buscando un conjunto de ropa interior (en esos baños deben vender hasta heroína), explicando a la vendedora “necesito urgente un conjunto nuevo, ando frente a mi marido con cualquier cosa, ¡parezco una boliviana!”.
Las dos veces me mordí los labios y apreté los puños para no romperles la cabeza y llenarlas de burdos insultos (los únicos que podrían descifrar).
Más tarde y algo menos ofuscada, intentaba entender semejantes comentarios, comprender cómo no se avergüenzan de sí mismos. Por supuesto, no pude.
Hasta donde yo sé, los negros son una raza y los bolivianos, habitantes de un país. Y si pensamos en su pasado reciente, de esclavos los primeros, de Nación sometida por gobiernos corruptos, títeres de los asesinos del Norte los segundos; y en su presente, que cambió en la formalidad (los negros juegan al básquet y cantan rap y los bolivianos luchan “protegidos” por tratados internacionales y por un gobierno de origen indígena), pero que en lo fáctico continúa siendo, para la gran mayoría, una obscena prueba de las tantas injusticias de este mundo, creo que, al menos, deberíamos sentir respeto por el sólo hecho de que sigan existiendo.
Algunos preferirán que se extingan, pero ¿quiénes ocuparían entonces su lugar?
Es desagradable escuchar ese tipo de comentarios que, por cierto, no tienen ningún asidero científico y son insostenibles desde una argumentación lógica. Aunque también es patético y tristemente común que la gente repita estas aberraciones discriminatorias constantemente.
“Los judíos son todos unos ventajeros”, “Los gitanos son todos ladrones”, “Los chilenos son unos hijos de puta”, “Los chinos son sucios”…
No digo que no haya convicciones, posturas políticas, puntos de vista ideológicos, pero un poco de sensatez no vendría mal a la hora de formularlos. Impedir que la lengua sea más rápida que el cerebro y detenerse a pensar cuán estúpidos e ignorantes somos al generalizar de esa manera. Sería todo un logro para los que se horrorizan frente a guerras, genocidios y otras delicias de la historia, cuando –en lo esencial- lo segundo es lo primero llevado a la práctica.
Aborrezco las generalizaciones, me dan náuseas, me parecen el reflejo de una sociedad bruta y acomplejada que no puede superarse a sí misma y necesita creerse superior a costa de otros aún más débiles.
Yo, que medito antes de hablar y trato cada día de no elegir la idiotez, tengo la firme convicción de que todos los que generalizan son unos verdaderos imbéciles.

10 comentarios:

  1. no me dejaste ni leerlo q ya lo subiste!!! igual no necesitaba ningun tipo de censura... besos... RO

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  2. "tengo la firme convicción de que todos los que generalizan son unos verdaderos imbéciles."

    No siempre es malo generalizar. De hecho esa ultima frase es una generalizacion basada en la observacion de un pensamiento prejuicioso, malintencionado e irracional; lo que yo llamo "pensar con el culo".
    Bueno, saludos, llueve por aca, me voy a comprar un vino a la licoreria.

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  3. Cuando se habla de negro no se refiere siempre a la raza o a los esclavos,me parece que en nuestro contexto actual esa palabra ha cambiado la connotación. Seguramente utilizamos términos inapropiados para definir cuestiones cotidianas, pero es un lenguaje común y generalizado. Quizás esa "morochona" no tenía ningún complejo de inferioridad por sus condiciones físicas, y quiso decir que se hace todo como el culo, y en eso no se equivoca.

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  4. Nati, realmente es siempre un placer leer lo que escribis. Gracias por compartirlo. Vanina

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  5. el cuarto comentario no tienen firma. Estaría bueno saber de quién es. Besos y gracias. Nati

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  6. Fue mio el comentario.Luz

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  7. Muy bueno lo tuyo, pero para discriminar, hagámoslo bien, a nuestros propios compatriotas en determinada época los "blancos" de este país les llamaban "cabecitas negras". Pero como no generalizo los tucumanos son "ladrones" y los santiagueños "haraganes". Es el peor folklore de nuestro país que se dice que no es "discriminatorio" . Para qué está el INADI entonces que no hace campañas al respecto????
    Un beso
    Alicia

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  8. El tema de la discriminación es un tema complejo. No está mal discriminar, si por esa palabra entendemos "diferenciar". Todos somos diferentes. El problema es que en lo grupal o social es muy difícil incluír las diferencias. Tendemos a decir que el otro es una mierda porque no lo entendemos; porque es distinto. En fin... podría decir que estoy en contra de la exclusión. Pero será un camino largo hasta que hagamos una sociedad mas inclusiva. Besos. Ceci

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  9. la veradad es que cada vez me gusta mas lo que escribis y por cordoba ya tenes varios seguidores, me pone feliz que pudiste conocer lo hermoso que es la playa de los hippies y tambien saber que el ermitaño vive¡¡¡¡¡¡¡ ja un poco triste que estuviste cerca y no nos pudimos ver igual hermanita de crianza te quiero muchisimo y pilas con todo lo que te
    hace feliz un abrazote y te quiero mucho

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