domingo, 31 de enero de 2010

Domingos

Qué haría la hembra cuando entrase en celo
sin un macho que aparease aquel instinto,
qué haría el poeta si ya en su desvelo
no encuentra palabras que lo hagan distinto.

El mar sin arena para ir a dormirse
cuando las estrellas despueblen su playa,
la lengua que busca, que busca y no halla
una tibia boca donde ir a morirse.

Qué haría la tregua sin una disputa
que logre que luzca su excelsa importancia.
Y si la batalla no fuera injusta,
la paz tan ansiada perdería gracia.

Dónde iría el peregrino si extraviase
esa fe que lo empuja a su destino,
si ya no hubiera lo triste y lo feo,
la belleza sería un cruel desatino.

Qué harían las sombras que pueblan la siesta
sin esos veranos de los pueblerinos,
qué haría el que sufre sin alguna fiesta
donde ahogar las penas con algún amigo.

Si no lo colmara de ideas y magia,
qué haría el vacío que duele y que arde,
o dónde pondría mi enorme nostalgia
sin estos domingos de pena en la tarde.

1 comentario:

  1. Hola Nati,
    me llevo una frase para el camino mientras miro las fotos de viernes por la noche, que bien me hubiera venido un poco de eso jejeje
    "qué haría el que sufre sin alguna fiesta
    donde ahogar las penas con algún amigo"

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