Hoy es un día triste. El cielo está gris, amenaza con llover y la humedad crea una atmósfera espesa, brumosa, casi irrespirable.
Los hombres solos en los bares, destilan lagrimones enormes y pesados, viendo su soledad nítida en las tazas de café.
Transeúntes encorvados, cansinos, atraviesan el aire lentamente, sin siquiera un gesto que exprese, al menos, el tedio o la melancolía.
Hasta los perros callejeros exponen sus costillas y su mugre más de lo habitual.
Los relojes reniegan de su labor mecánica y parecen rehusarse a deslizar el tiempo, haciendo que las horas transcurran lentas, oscuras.
El mundo, hoy, parece haber amanecido apenado, sin ganas de seguir con su trajín cotidiano, con su rutina inquebrantable.
Hoy es un día triste, ¿o seré yo…?
Los hombres solos en los bares, destilan lagrimones enormes y pesados, viendo su soledad nítida en las tazas de café.
Transeúntes encorvados, cansinos, atraviesan el aire lentamente, sin siquiera un gesto que exprese, al menos, el tedio o la melancolía.
Hasta los perros callejeros exponen sus costillas y su mugre más de lo habitual.
Los relojes reniegan de su labor mecánica y parecen rehusarse a deslizar el tiempo, haciendo que las horas transcurran lentas, oscuras.
El mundo, hoy, parece haber amanecido apenado, sin ganas de seguir con su trajín cotidiano, con su rutina inquebrantable.
Hoy es un día triste, ¿o seré yo…?
Te quiero, Nati. Las mujeres luchadoras, arriba.
ResponderEliminarserás??? arriba nena!!te abrazo fuerte desde acá!! Lele
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