La televisión y yo no tenemos una buena relación. Disentimos en cuestiones fundamentales, como qué implica la estética, el entretenimiento, la información.
Por ende, casi nos ignoramos. Pero el otro día, haciendo un poco de zaping, vi el aviso de un programa que me interesó: “Argentina para armar” iba a “mostrar que en épocas de crisis se puede conseguir trabajo”, de hecho contaría con la presencia de gente de diferentes edades que lo logró en los últimos meses.
Desconforme como estoy con mi empleo paupérrimo, decidí resignar una hora de sueño, en pos de hallar una fórmula o, al menos, una pista que me permita modificar mi situación laboral.
Primer caso testigo: una pendeja diosa de 25 años que estudió Relaciones Internacionales en la Universidad de San Andrés (dije SAN ANDRÉS), estuvo dos años pensando qué quería hacer realmente con su vida y hoy es gerente del hotel de Coppola (Francis Ford, mal pensados) en Argentina.
Con eso ya empecé indignarme. ¿Qué tiene de representativo esa mina para las miles de personas que no tienen trabajo y para otras miles que necesitan un trabajo mejor?
Me sentía una ilusa. Una vez más le di una mínima oportunidad y me cagó a la primera de cambio.
Los otros casos eran similares, aunque no tan bizarros: un psicólogo de 40 años con un master en Recursos Humanos hecho en Alemania (o por ahí), un ingeniero que trabaja en Techint y consiguió un empleo mejor remunerado en una compañía asiática que se instaló en Argentina y, por último, tipo consuelo de tontos, una mina de 27 años (con rasgos norteños) que estudió en la UBA psicología y pasó de que la exploten en un shopping a que la exploten en una compañía.
Si no quieren ahorcar a María Laura Santillán, relean.
Juro que me paré de la silla y los putié en voz alta y gesticulando con mis manos. No estoy loca, sé que no podían escucharme, pero necesitaba canalizar!
¿Así es como los medios y los programas serios apuestan a la construcción de un país más justo y competitivo?
Definitivamente, es mejor mirar algo más descarado y vulgar, pero, al menos, no tan hipócrita.
Felicito de corazón a todos aquellos seres agudos e inteligentes que han optado por Tinelli.
Por ende, casi nos ignoramos. Pero el otro día, haciendo un poco de zaping, vi el aviso de un programa que me interesó: “Argentina para armar” iba a “mostrar que en épocas de crisis se puede conseguir trabajo”, de hecho contaría con la presencia de gente de diferentes edades que lo logró en los últimos meses.
Desconforme como estoy con mi empleo paupérrimo, decidí resignar una hora de sueño, en pos de hallar una fórmula o, al menos, una pista que me permita modificar mi situación laboral.
Primer caso testigo: una pendeja diosa de 25 años que estudió Relaciones Internacionales en la Universidad de San Andrés (dije SAN ANDRÉS), estuvo dos años pensando qué quería hacer realmente con su vida y hoy es gerente del hotel de Coppola (Francis Ford, mal pensados) en Argentina.
Con eso ya empecé indignarme. ¿Qué tiene de representativo esa mina para las miles de personas que no tienen trabajo y para otras miles que necesitan un trabajo mejor?
Me sentía una ilusa. Una vez más le di una mínima oportunidad y me cagó a la primera de cambio.
Los otros casos eran similares, aunque no tan bizarros: un psicólogo de 40 años con un master en Recursos Humanos hecho en Alemania (o por ahí), un ingeniero que trabaja en Techint y consiguió un empleo mejor remunerado en una compañía asiática que se instaló en Argentina y, por último, tipo consuelo de tontos, una mina de 27 años (con rasgos norteños) que estudió en la UBA psicología y pasó de que la exploten en un shopping a que la exploten en una compañía.
Si no quieren ahorcar a María Laura Santillán, relean.
Juro que me paré de la silla y los putié en voz alta y gesticulando con mis manos. No estoy loca, sé que no podían escucharme, pero necesitaba canalizar!
¿Así es como los medios y los programas serios apuestan a la construcción de un país más justo y competitivo?
Definitivamente, es mejor mirar algo más descarado y vulgar, pero, al menos, no tan hipócrita.
Felicito de corazón a todos aquellos seres agudos e inteligentes que han optado por Tinelli.
Tinelli nooooooo!!!!. Es una lástima que los medios más vistos y escuchados estén ocupados por esta gente, funcionales a... Hagamos algo nosotros, participemos y propongamos un cambio!!! Tenemos tanto mejor para hacer ver y escuchar!!
ResponderEliminarSe borró el comentario que hice, vamos de vuelta
ResponderEliminarNati!! Me encantó la brizna de ingenuidad que te queda, después de estar tan enterrados todos en el escepticismo! Pero.. Argentina para armar? María Laura Santillan?!Verlo indefectiblemente adelanta 6 meses la úlcera que en próximas décadas me va a aquejar, jaja. Ya me estaba olvidando por qué dejé de verlo, gracias por recordármelo, jaja.
Seguí escribiendo, m encanta leerte!
Vivi
Pd: una sociedad más justa y competitiva es un contrasentido... Aunque todos los días de nuestra vida nos quieran hacer creer lo contrario
Pd2: Te debo la nota de Paenza! Haceme acordar plis
Hay que leer entre líneas nati, "La argentina para armar se construye a través de pendejos conchetos que vienen de familias acomodades, de clases sociales altas y que tiene la posibilidad de estar al pedo 2 años pensando "que voy a hacer"...Santillan, andate a cagar.
ResponderEliminarYO (el albo)
La primera pregunta que se me ocurre es: Por que una mina de 25 que consigue trabajo en un hotel es representativa de la gente desempleada? Es ese puesto realmente importante para la gente que va a la universidad a estudiar ciencias, por ejemplo, algo significativo? Son los mismos atributos para conseguir un trabajo en un hotel de lujo que para ser moza en Hooters (las propinas son buenas, te lo recomiendo)? Psicologia, mejor dicho psicoanalisis en Argentina, una carrera que amerita un puesto de trabajo, sino bien remunerado, prestigioso? (psicoanalisis en estos pagos tiene el mismo peso cientifico que el horoscopo chino y es una de las cosas que estoy de acuerdo, Popper mediante)
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que hay que premiar la inteligencia, la creatividad y castigar la estupidez y la demagogia pero cuando uno ve una hora de television te das cuenta que se hace lo contrario.
Acordate: hay inteligencia en abundacia, lo que falta es practica en el pensamiento critico (se lo robe a Carl Sagan)